TODO ES ILUSIÓN MENOS LA MUERTE.

Templo de la verdad el que te advierte todo es ilusión menos la muerte.
EL DUELO.

El duelo es un proceso natural que hacemos los humanos cuando perdemos algo o alguien que nos importa.
Es natural porque nuestro cerebro se encarga de adaptarse a la situación de cambio, aceptarla, también influirá la cultura en la que se encuentre la persona que pierde.
No por dar más muestras de dolor se siente más o menos. El dolor es algo muy personal que no se debe juzgar, ni tampoco evitar.
 Aceptar la muerte o la pérdida, no es tarea fácil, pero confía en que tienes las herramientas para ello, busca sentido a la vida de quien ya no está. No a su muerte. Lo que hizo durante su vida, lo que te dio, lo que te enseñó, lo que queda en ti de él o de ella, será lo que dé sentido a su vida, tu mejor homenaje a su vida.

El símbolo del arco iris representa al dormido, al yacente.
DESPEDIDA DE LOS FAMILIARES.

El acto de la despedida es necesario para aceptarlo. Para ponerlo en su lugar. Pero es privado tuyo es nuestro. Lo harás como tú decidas. También los niños y niñas deben despedirse. No pienses que por pequeños, no se dan cuenta. Lo sienten todo. Sienten lo que los demás ocultan. Así que, busca la mejor forma para que ellos también se despidan. Por supuesto según edad. No en todas las edades se entiende la muerte de la misma forma.

Arreglo del cementerio .
fotografía de Francisco Muñoz Garrido.
EL PROCESO Y SEÑALES DE DOLOR POR UNA PERDIDA

Cuenta con diferentes etapas que se deben vivir para evitar prolongar el dolor en el tiempo.

"Quien no vive el duelo, tiene el proceso sin terminar. La persona debe vivir el duelo entero. Si no avanza en las etapas, se puede quedar anclada en una. Por eso, piden ayuda psicológica, para salir de la tristeza. Se encuentran con una depresión crónica. Ocurre sobre todo con los padres que han perdido a sus hijos".
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo. 
fotografía de Francisco Muñoz Garrido.

LAS ETAPAS DEL DUELO SEGÚN LOS PSICÓLOGOS.

Las etapas del duelo son cinco. La primera es la negación, que consiste en que la persona se niegue a sí misma que ha perdido al ser querido. "Esta puede durar entre 24 horas y tres días".La segunda, es la ira. Una vez se asume que es real, la persona se enfada con Dios o con el mundo por lo sucedido. En una tercera, la negociación, se busca algo a los que agarrarse para continuar. En la cuarta, llega la depresión, la tristeza, porque no se quiere vivir lo que le toca. Por último, llega la aceptación, se asume lo ocurrido.
La cruz de la "tía guijarra", esta cruz la puso una señora de Baeza que tenia una hija casada con un jimenato y murió de parto, la señora quería verla desde su casa.

CREENCIAS.


Ciertas creencias populares relacionadas con el Día de los Difuntos son de origen pagano y de antigüedad inmemorial. Así sucede que los campesinos de muchos países católicos creen que en la noche de los Difuntos los muertos vuelven a las casas donde antes habían vivido y participan de la comida de los vivientes.

Mi más hermoso sueño muere dentro de mí.
fotografía de Francisco Muñoz Garrido.
EL LIBRO THE WORSHIP OF THE DEAD, DICE.

(La adoración de los difuntos) señala a este origen al decir:
Las mitologías de todas las naciones antiguas están entretejidas con los sucesos del Diluvio [...] El vigor de este argumento está ilustrado por el hecho de que una gran fiesta de los muertos en conmemoración de ese acontecimiento se observa, no solo en naciones que más o menos se encuentran en comunicación entre sí, sino también en otras extensamente distanciadas, tanto por el océano como por siglos de tiempo. Además, todos celebran esta fiesta más o menos el mismísimo día en que, de acuerdo con el relato mosaico, tuvo lugar el Diluvio, a saber, el decimoséptimo día del segundo mes... el mes que casi corresponde con nuestro noviembre..

Cruzamos el umbral que divide la vida y la muerte,
EL DILUVIO.

Al parecer algunos ángeles rebeldes subían y bajaban a la Tierra tras el Diluvio (como Satanás), pero quién sabe si alguna esencia de los Nefilims sobrevivió y éstos quedaron confinados como espíritus inferiores (los cuales en gran parte serían los responsables de muchos fenómenos de agresión a los hombres y mujeres). El punto es que llegado el día de los difuntos o Hallowen se conmemoraría la aniquilación de los hombres antediluvianos y una posible confinación de los Nefilim a un estado de prisión espiritual. Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el otro mundo se estrechaba con la llegada de la noche, permitiendo a los espíritus  pasar a través de un portal. Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. Su propósito era adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado. Así que quienes se disfrazan en Halloween o Noche de Brujas caen en las redes de los demonios.

El diluvio. El mundo de los vivos y el reino de los muertos.
LA RELACIÓN CON LAS ÁNIMAS

Por supuesto, a las ánimas se les piden favores, la intermediación para solucionar un conflicto o su intercesión para alcanzar una sanación o solucionar un problema grave. Posiblemente esto se deba a la creencia de que las ánimas benditas, sobre todo aquellas que ya salieron del Purgatorio, tienen una posición privilegiada y un cierto poder para ayudar a los vivos  pues están ya más cerca del cielo y de Dios y eso siempre confiere poder, privilegios y capacidad de intervenir en nuestro mundo.
En cambio, la gente también se esforzaba por ayudar a las ánimas que están en el Purgatorio. Les ofrecen misas, les hacen ofrendas en las huchas de ánimas o les rezan en casa, entre otras muchas costumbres.

Juicio final de Miguel Ángel.
LA VISITA DE LAS ÁNIMAS SEGÚN EL ANTROPÓLOGO MARCIAL GONDAR.

Las ánimas son, al mismo tiempo, ambivalentes, es decir, pueden ser buenas o venir con malas intenciones. Como dijimos, las ánimas pueden interceder por nosotros ante la divinidad e incluso pueden ayudarnos en nuestros males o problemas de la vida cotidiana, pero las ánimas también pueden venir a pedir justicia, venganza, a molestar a los vivos o a aterrorizados. Y digo venir porque las ánimas —tras pasar las puertas del Más Allá— tienen la capacidad de volver a este mundo.
En la zona de Sierra Magina la noche de difuntos se reúnen las familias y se hacen las gachas, siempre se pegan tapando la cerradura de las puertas, costumbre que hoy día se hace como gracia,  antiguamente era una forma de que las ánimas consideradas molestas, rencorosas no traspasaran las puertas .

Las animas del purgatorio. un momento mágico en el que el más allá y nuestro mundo se reconcilian, 
FECHAS PARA EL CONTACTO CON LOS QUE ESTÁN EN EL MÁS ALLÁ. S. XVIII. 

Existen determinadas fechas del año en que es más fácil el tránsito entre los dos mundos, el del Más Allá y el terrenal. Por ejemplo, existe la creencia de que las ánimas del Purgatorio suelen bajar a la Tierra, sobre todo por la noche y en fechas señaladas como son la Noche Buena y la Noche de Difuntos.  Todavía lo sigue siendo en muchos lugares de nuestro territorio, que por la Noche de Difuntos no se recogiese la mesa pues las ánimas de nuestros difuntos venían a visitar la casa esa noche y había que dejarles algo por si tenían hambre. Por el mismo motivo solía dejar el fuego encendido en la chimenea, pues es bien sabido que las ánimas, a pesar de que se representan ardiendo en las llamas, tienen normalmente frío y por eso se acercan por la noche al fuego de la chimenea del que había sido su hogar.

“La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. año 1800.
NOCHE MÁGICA.

Podemos decir que la Noche de Difuntos es una noche mágica. Y digo mágica porque existe la creencia de que esta noche, igual que sucede con la de San Juan, se abren las puertas del Más Allá y el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se encuentran más cerca que nunca. Éste es el único momento del año en que desaparece el velo que separa este mundo de los vivos del otro, del Más Allá, y por eso es posible el tránsito de uno a otro mundo. Es por tanto una noche adimensional y atemporal y, así, pasado, presente y futuro se juntan en esta celebración. Son precisamente las circunstancias al borde del umbral que rodean esta noche las que permiten que los miembros difuntos de la familia puedan volver a caminar entre los vivos y vengan a visitar sus antiguos hogares en la tierra.

Mariposas o lamparillas.


EL RITUAL DE LA LUZ.
 Pequeño tributo a las generaciones pasadas y a todas aquellas personas que hacían (y todavía hacen) este ritual de poner una mariposa, vela o velón, en recuerdo de sus familiares fallecidos. 
 Se encienden también lámparas de aceite sobre las lápidas de nuestros fallecidos  se cree que cuando una de estas lámparas se consume indica que una ánima del purgatorio alcanzó, por fin, la luz.
En Jimena el día de los difuntos en los años 1950 los familiares les ponían faroles  y lamparillas,  bajaban de madruga al cementerio por si las luces se habían apagado,

Las lamparillas se ponían en una fuente con agua y una capa de aceite.
 EL DÍA DE LOS DIFUNTOS LAS LUCES DE LAS MARIPOSAS.

Quedan muchas casas  que en  estos días iluminan retratos de sus familiares perdidos con velas. «Su función es alumbrar el camino que tienen que seguir las almas de los difuntos para llegar al otro mundo». Muy típicas son las mariposas, luces especiales que arden flotando sobre una capa de aceite, y que se encienden la noche del 31, permaneciendo encendidas una semana y en algunos hogares hasta que se terminaba la caja.

A mi de niña me producían miedo las mariposas,  recuerdo que las  ponía mi madre en el rellano de la escalera debajo del cuadro de la Virgen del Perpetuo Socorro.

Estas lamparillas de San Juan Bosco eran las que se utilizaban en Jimena en los años 1950.


 MARIPOSAS O LAMPARILLAS.

Desde el siglo IV a de C. los antiguos griegos utilizaban las lamparillas de aceite como fuego sagrado en sus altares. Su luz serena y perpetua sirve para conectar con el mundo sutil.
Las lamparillas de aceite Invitan a la reflexión, la calma y la oración, y su luz magica produce un efecto más persistente que otro tipo de luces.
Las mariposas monarca llegan todos los años 
a final de octubre y su llegada coincide con el inicio 
de las celebraciones del Día de Muertos.
Esta creencia  se produce el retorno de las almas de los difuntos a la tierra en forma de animales alados, como aves o mariposas, después de cuatro o siete años de su muerte. A las luciernagas se las considera portadoras del alma o la sombra de los muertos  que pueden visitar a sus familiares tomando la forma de palomitas, moscas,  y otros insectos. Por esta razón,  tenían prohibido cazar durante el día de muertos ya que se pensaba que las almas de los difuntos podrían estar alojadas en los cuerpos de los animales.
Las lamparillas iban en la base inferior con un redondee de corcho para que flotaran sobre el aceite y si el aceite les faltaba chirriaban y se apagaban, esta costumbre permanecía todo el mes de noviembre.
LOS FAROLES EN LOS CEMENTERIOS Y EN LA CIUDAD.EN LOS SIGLOS XVIII.

Estos faroles se colocaban en la víspera del Día de los Difuntos en los quicios de las ventanas, colgados en las rejas, en el dintel de la puerta y, en muchos casos, flanqueando una hornacina de algún santo.cumplían antaño una misión específica, como era la de repeler la entrada de los espíritus a los hogares en la noche en la que éstos vagan por el mundo de los vivos.
Junto con otras creencias de componente animista, la relajación religiosa y las nuevas corrientes de pensamiento de los siglos XVIII y XIX provocaron que estas creencias se fueran diluyendo, perdiendo en la actualidad, prácticamente en su totalidad.

La noche del velatorio, las mujeres solían estar independiente de los hombres.
EL VELATORIO.

A la noche del día de la defunción, la costumbre del velatorio o velorio (de velar), y cuando la muerte había ocurrido todos los vecinos y familiares se prestaban de muy buen grado a acompañar a la familia del difunto, la cual, el féretro o la caja se ponía en la entrada en el portal, en esta estancia tenían a sus muertos hasta el instante de llevarlos a enterrar, los hombres permanecían en la calle.

El sacerdote se llamaba para dar la extremaunción o santos olios.  
REZOS.


La muerte había que celebrarla, pero con tristeza y recogimiento. Era considerada, en la doctrina católica, el paso al cielo y en la tierra había que facilitar esa transición, con rezos, novenas, salves y demás ritos destinados a encomendarse a Dios para que ayude a los difuntos. «El creyente en la Tierra puede ayudarles con las oraciones, la limosna y sobre todo por el sacrificio de la misa»,
Las mujeres que tenían luto salían con mantos y pañuelos en la cabeza.

El luto en las mujeres en los siglos  XIX. eran riguroso, las mujeres salían a la calle con manto negro.
VESTIMENTAS Y COSTUMBRES EN LOS SIGLOS PASADOS.

 Si había algo que marcaba la muerte era el luto. Ya es difícil ver a los familiares y amigos del difunto vestidos de negro de pies a cabeza, ni siquiera en los días más cercanos a la pérdida. Pero antes, el luto, que se podía extender por más de tres años en el vestir, marcaba también el día a día de las personas. las mujeres que están de luto colocan boca abajo los platos en el vasar, hacen desaparecer de él cualquier objeto de cobre o de metal que pueda brillar a la luz y vuelven los cuadros y estampas que hay en la casa, la mujer enlutada de pies a cabeza los pendientes o zarcillos también eran negros. Los hombres encierran la guitarra en el fondo del arca», la radio era otra cosa que no se oía, le hacían una funda y mientras que no terminara el luto no se enchufaba, la matanza del cerdo era otra cosa que no se realizaba si había en la casa algún difunto se suspenda hasta que no pasaran los tres años.

Los niños iban de riguroso luto con lazos negros en la cabeza.
En algunas culturas cuando fallecía  un niño, se decía que era un ángel y tocaba la música tras del sepelio .

LA MUERTE DE NIÑOS.

La muerte de los pequeños era tratada de una forma bastante llamativa en ciertos puntos  «encerrados en un ataúd blanco, eran llevados a mano por otros chicos de su edad seguidos por un numeroso acompañamiento infantil y detrás marchaban graves los hombres». Antes, en la cama, a modo de capilla ardiente, se les cubría con ramas de albahaca y flores dejando al descubierto tan solo sus rostros. La vestimenta o mortaja era una túnica blanca o los vestían de primera  comunión incluido los zapatitos y el rosario entrelazado en las manos . Mucho ha cambiado el tratamiento de las muertes en los niños, a los que antes se enterraba incluso fuera de los cementerios si no había dado tiempo a bautizarlos antes del deceso.

los niños eran los portadores de la caja de su amiguitos siempre con el maestro. en los años 1950, murió una compañera de la clase de doña Aniceta,  las niñas con el babi blanco fuimos acompañándola con un ramo de flores.
"No perdiste a nadie: el que murió, simplemente se nos adelantó.
MORTAJA O VESTIMENTA DE LAS MUJERES.

Si era de una doncella, se vestía también con traje blanco, ciñendo a su cabello una corona de rosas blancas o de azahar, que sujetaba un velo que le llegaba hasta los pies.
En algunos pueblos de Andalucía se acostumbraba a poner sobre el cadáver de la virgen una palma, pues la corona y la palma eran el símbolo de la virginidad y las doncellas muertas eran enterradas como vestidas como para sus bodas.
Las amigas les traían flores.
La vestimenta dependía de la edad de la difunta, si esta era señora mayor se la vestía de negro con enaguas, medias y zapatos y un pañuelo negro o velo en la cabeza, en las manos se les entrelazaba un rosario.

Los hombres también se ponían de luto bien en el ojal de la chaqueta un botón forrado de negro o un brazalete o picos de los cuellos de las camisas negros.

El vínculo que existe entre los seres queridos no se borra con la muerte.
Fotografía de Francisco Muñoz Garrido.
 LA MORTAJA, VESTIMENTA QUE SE LE PONÍA AL DIFUNTO SI ERA HOMBRE.

Ocurrida la muerte, que es cuando decían los vecinos que al enfermo “se le enfriaron los pies o el cielo de la boca”, se procedía a amortajar el cadáver: operación que realizaban exclusivamente los parientes más cercanos.
El traje de novio no se utilizaba solo en el casamiento servia también como mortaja, al difunto se le aseaba se rasuraba la barba y se vestía con una camisa blanca el chaleco y la chaqueta, se le calzaba con calcetines y zapatos, la corbata también era costumbre ponérsela, en verano se le tapaba la cara con un pañuelo mientras se estaba velando.
Otra cosa que me llamaba la atención era cuando le ponían un pañuelo atado a la cabeza para que la mandíbula o la boca estuviera cerrada.

Las mujeres se ponían de medio luto entonces el mandil era blanco y negro y salían sin pañuelo en la cabeza.

En el mes noviembre se vestían a las vírgenes de luto. " Recordar es el mejor modo de no olvidar.".
EL LUTO EN LAS VÍRGENES  EN EL MES DE NOVIEMBRE.

En el mundo cofrade, para estas fechas, en las Hermandades se suele vestir a la Virgen de luto, con ropajes negros, el cual se mantiene a lo largo de todo el mes de noviembre, se les suele poner un velo negro o un pañuelo negro en la mano.


El féretro con los familiares y amigos.
LAS DESPEDIDAS O LEVANTAMIENTO DEL CADÁVER.

En los siglos  XVIII,  al   XIX,  existían dos tipos de entierros  o funerales, uno considerado de primera y otro de segunda.
A la hora convenida por el párroco, éste se presenta en la casa del difunto, revestido con capa pluvial negra, actualmente el color es morado después de la reforma litúrgica conciliar. Acompañado de la cruz parroquial y los monaguillos con ciriales, asperge con agua bendita el féretro que ya han sacado a la puerta de la casa. Reza un responso y hace el levantamiento del cadáver y comienza su conducción, primero hasta la parroquia y luego su traslado al cementerio.

La llegada del sacerdote a la casa del difunto.
LAS MUJERES NO ACOMPAÑABAN AL DIFUNTO.


Las mujeres no salían de su casa se asomaban a las ventanas o balcones y a gritos los despedían.
Detrás del ataúd va el duelo, que se forma de mayor a menor parentesco y ocupa la mayor o menos cercanía del féretro. Ellos serán los que reciban las muestras de condolencia.
Hubo un tiempo en que los cadáveres no entraban en el templo, por razones sanitarias expuestas en ley. Por los años cincuenta se derogó dicha ley y 
comenzaron los cadáveres a ser introducidos en los templos.
El entierro de segunda era igual pero sin varales, lo mismo pasaba cuando se le decía la misa , en la misa de primera se ponía un catafalco en el centro del altar y se cubría con un paño negro y un varal en cada esquina, el de segunda era una misa normal si catafalco.

La despedida era todo un espectáculo de dolor los niños íbamos a verlo.


“En estos momentos tengo mi mente llena de recuerdos imborrables .
Fotografía de Francisco Muñoz Garrido.
COSTUMBRE DESPUÉS DE ENTERRADO EL CADÁVER.

El cadáver era conducido a hombros desde la casa mortuoria hasta la iglesia,  después de las lecturas  que le hacia el sacerdote los dolientes todos ellos hombres salían a la puerta de la calle y daban el pésame, los mas a llegados acompañaban a los familiares al cementerio. El echar tierra a la tumba siempre solía hacerlo los amigos del difunto y familiares, cuando terminaba el acto de enterrar al difunto se daban las gracias,  había un señor en Jimena Jaén  que era el encargado de dar las gracias  a todos los acompañantes y ensalzaba las virtudes del difunto, don Francisco Lopez Contreras,  murió y con el se termino esta costumbre.

Señora viuda con sus hijas año 1860.
En Jimena Jaén se denominaba “dar la cabezada” a dar el pésame a los dolientes, los hombres pasaban por delante de los familiares les estrechaban la mano e inclinaban la cabeza a manera de cortesías diciendo al mismo tiempo estas o parecidas frases: “En paz descanse”, “Santa gloria haya”, o “Dios lo tenga en su Gloria”. Y a los parientes, “acompaño a ustedes en el sentimiento”.

Josefa Contreras, conocida como Josefica la granaina  años 1863.
Las mujeres suelen besar a los familiares femeninos del difunto, a la par que expresan las mismas palabras de condolencia: «El Señor lo tenga en su santa gloria», «En paz descanse».
Si el difunto ha padecido una larga y penosa enfermedad hasta la hora de su muerte, suele oírse: «Ya descansó el pobrecito», «Dios ha hecho bien con llevárselo», «Ya dejó de sufrir, que Dios lo tenga en su santa gloria».


Fosas comunes.  “El amigo que está en silencio con nosotros,
EL CEMENTERIO CIVIL NO CRISTIANO.

Casi a todo lo largo del siglo XIX, la Iglesia católica dispuso que se prohibiera el entierro en sagrado de esclavos y colonos asiáticos no bautizados. Tenidos por infieles, no podían reposar en cementerios, siendo destinados a fosas comunes, campos abiertos y márgenes cenagosas. Si se trataba de un suicida, la disposición se tornaba más cruda.
 El obispo era el máximo responsable de hacer que se cumpliera esta medida.  Si bien en las actas del cónclave no hay referencia explícita al suicidio, la negación de sepultura cristiana, regulada por el Derecho canónico en todos sus matices, permanecía implícita. El Sínodo en cuestión se regía por lo aprobado en el Concilio de Trento, particularmente severo contra quienes se quitaban la vida. Que no se entierre a nadie sin antes recibir la extremaunción, que no quede un solo esclavo sin bautizar tras los seis meses de su arribo y se confirme, por último, que todos los conversos residentes hayan sido efectivamente bautizados.


Las mujeres rezadoras, las rezadoras era un grupo de mujeres que acudían todas enlutadas para rezarle al difunto.


LA REZADORA. EN LOS AÑOS 1800.
Era una mujer  de Jimena, Jaén, contaba mi abuela que la rezadora se desplaza a casa del difunto y al toque de ánimas, siempre empieza, durante los nueve días seguidos a la defunción, el rezo del santo rosario. Se rezaban los quince misterios de que se compone, los siete dolores y gozos de san José y las cinco llagas del Señor, finalizando con un padre nuestro el difunto o familiar que últimamente haya fallecido.


Entrada al cementerio nuevo Jimena Jaén.
La rezadora, para no ser menos, siempre iba vestida de luto riguroso. En los días del mes o aniversario, la rezadora antes de la misa del alba  hacía las cruces, o sea, dirigía el viacrucis a lo largo de la parroquia, de estación en estación, acompañándose de todos los invitados. Después rezaba el santo rosario, los siete dolores y gozos de san José, la corona de san Francisco, que consiste en siete misterios del santo rosario, para finalizar se rezaba un padre nuestro a Santo Domingo de Guzman para que pusiera esta parte del rosario en manos de la Virgen María.

"Las lloronas" , mujeres que se pagaban para que les lloraran al difunto.
LAS MUJERES LLORONAS

En  Jimena contaba mi abuela, que había mujeres cuando ella joven  que lloraban,  existía la costumbre pagana de que algunas mujeres (lloronas) fueran en los entierros derramando lágrimas que pagaba la familia del muerto, estas mujeres pasaban toda la noche velando al muerto.

La muerte de la Virgen de Michelangelo Caravaggio.
LA MISA EN CORPORE INSEPULTO, CONCILIO VATICANO II.

Cuando la reforma conciliar dio tanta importancia a la celebración de la vida sacramental dentro del marco de la eucaristía, comenzó a celebrarse verdaderamente la misa que la liturgia señala para estos casos y que se denomina de córpore insepulto. Y esto hizo que las mujeres no se quedasen en la casa sino que asistiesen para ofrecer en sufragio por el eterno descanso del difunto en cuestión.
Gachas, las que sobran se pegan en las cerraduras para que no pasen los malos espíritus 
Como queda dicho, los familiares más allegados no se separan prácticamente del lugar apropiado para recibir las muestras de dolor, y esto hace que ese día, mientras está de cuerpo presente, no tengan tiempo de preparar la comida. De ahí que haya surgido la costumbre inmemorial de que los más allegados a los familiares sean los encargados de hacer este menester.
Generalmente la costumbre ha establecido que esto corresponda a la madrina de la persona más afectada. La comida la prepara en su casa y luego la lleva adonde está el duelo para servirla. 

La culinaria en los años 1940, en estos casos consistia fundamentalmente en (garbanzos con arroz) a esta comida siempre se le ha llamado en Jimena Jaén  comida de muerto, por la noche un caldo con yemas de huevo y, a ciertas horas del día o de la noche, proporciones de café y leche como estimulante para poder sobrellevar y mantener despiertos y en pie durante el tiempo que dure el duelo. Por las mañanas y formando parte del desayuno suele ser chocolate con picatostes, churros, magdalenas o bizcochos.

Las raíces nos mantienen cerca; las alas nos hacen libre;
LA MUERTE Y LO SOCIAL.

En los pueblos de pocos vecinos el pobre era enterrado en cualquier parte del camposanto. Toda la operación del enterramiento consistía en dar cuatro golpes de azada en la tierra, hasta abrir un hoyo, meter en él el cadáver, de pie o de cabeza, desnudo o liado en una sábana, echar algunas paladas de tierra sobre el muerto, que allí se queda “in eternum”, con el féretro o caja pasaba lo mismo,  si no tenían medios económicos el ayuntamiento tenia una preparada que servia para llevar al difunto y luego se la subían para otra persona que la necesitara.
Fue ya Antonio Machado y Álvarez quien recopilaba aquellos versos que acusaban su radical sentido social:

Cuando se muere argún probe, 
¡qué solito ba el entierro! 
Y cuando se muere un rico 
ba la música y er clero.

Tumba enterramiento en el suelo si caja.
EL ATAÚD 

El ataúd también es otra muestra de la posición social. Los hay sencillos y los hay ricos y exuberantes. Depende de los medios económicos disponibles. Siempre existió una caja muy pobre con la que se enterraban las personas menesterosas allí acogidas o pobres de solemnidad. Era la misma caja, porque se sacaba al difunto de ella y se enterraba directamente en la tierra. Sabemos que, a principios del siglo XIX, tenía la parroquia unas andas que cada entierro las alquilaba para llevar el ataúd, y daban tres reales.
Si la memoria no me falla la caja o ataúd se guardaba en la carpintería de Luis Marin años 1940.
El luto en las vestimentas.
DURACIÓN DEL LUTO.

Los parientes vestían de luto, que es vestir de negro, durante más o menos tiempo, según el grado de parentesco que con el muerto les ligó.
El luto  riguroso, este duraba dependiendo del parentesco con el finado, si era padre, madre o hijos el luto duraba hasta cinco años, la mujer siempre de negro y con un pañuelo o velo que aveces les cubría la cara.
Medio luto;  llamado también alivio de luto, consistía en ropas en que lo blanco alternaba con lo negro. El alivio de luto duraba la mitad del tiempo del riguroso, y la mayor duración de éste era un año, si las hijas del finado eran jóvenes.
En algunas familias se daba el caso de empalmar un luto con otro, pues al durar tantos años daba lugar a que no se lo quitaran, con las consecuencias que no salían nada mas que para ir a misa o a la compra.


Arreglo de tumbas.
EL ARREGLO DE LAS TUMBAS

La sepulturas  con sus nichos en fila, eran encaladas y adornadas con flores, rosarios, e incluso alguna fotografía del difunto, los jarrones para mantener las flores eran botes de zumos que luego servían para entre dos piedras se sujetaran y no volaran los días de viento.
Entre trajines de agua, colocar las flores y limpiezas de lápidas, siempre había un momento, en el cual los mayores, se paraban mirando la tumba del familiar y solían rezar en voz baja, o hablaban a sus queridos muertos ausentes.

Las animas del purgatorio pidiendo clemencia.
EL ROSARIO DE LAS ANIMAS.

El Rosario de las Ánimas es una tradición secular y expresiva de la Religiosidad Barroca.
Fue a finales del siglo XVII cuando comenzaron a desarrollarse, organizándose durante nueve días la llamada “Novena de las Ánimas”, que comenzaba la víspera del Día de los Difuntos, y que hacía estación en los retablos de ánimas, cruces o cementerios, y su rezo se acompañaba de coplas.
Por regla general el cortejo solía salir al toque de Oraciones (Prima), aunque también salían en las madrugadas, utilizando un Simpecado morado con un lienzo de dolor. 

En los siglos pasados se creo una joven hermandad del rosario.
La primera hermandad que organizó la comitiva del Rosario de las Ánimas fue la Hermandad del Rosario, se realizó el 2 de noviembre 1700 en las dos modalidades, la de prima y la de madrugada.

Hermandad de las animas también conocida como del Rosario.

EL CLERO INVITA A QUE TODAS LAS IGLESIAS DE ESPAÑA SE SUME A ESTE ACTO.

Posteriormente se publicó un folleto invitando a todos los Rosarios de España a sumarse a esta práctica, llegando a gozar de gran predicación en todas las provincias.
En Jimena la Virgen del Rosario se veneraba en el Cerro de Alcala donde existió una iglesia y de esta Virgen se conserva el manto llamado ( De la Virgen del Rosario)

Años 1950, don Manuel Agudo,  en un funeral

ROSARIO DE LA AURORA O ROSARIO DE ÁNIMAS.

 En sus principios, El Rosario de las Ánimas estableció que no hubiera música ni se recitara el Gloria. Ta sólo de permitía que fuera entonado el Réquien aternum, y que las limosnas recaudada en los Rosarios fueran empleadas en celebrar misas en sufragio de las ánimas.
Estos Rosarios de las Ánimas fueron muy importantes durante el siglo XVIII, comenzando su declinación en la segunda mitad del siglo XIX, cuando comenzaron a cesar en su expresión callejera y congregarse en el interior de las iglesias durante el mes de noviembre.



LAS FLORES EL DÍA DE LOS DIFUNTOS.

La costumbre de llevar flores al cementerio el día de Todos los Santos se mantiene firme año tras año
Con flores se da la bienvenida,  con flores se despide a un ser querido y se le recuerda año tras año por Todos los Santos. «Los días del hombre no son sino hierba: crecen como las flores del campo; cuando el viento pasa sobre ellas, desaparecen...», reza el Salmo 103, mostrando que el simbolismo que une al hombre con las flores viene de antiguo.
La primera tumba a la que llevaron flores data de hace 13.000 años, según los enterramientos de la Edad de Piedra descubiertos en Israel. Desde entonces, la mayoría de las sociedades y religiones han adoptado el uso de flores y pétalos en las costumbres de muerte, desde Babilonia a Egipto, la América prehispánica o la India. En sus orígenes servían además para enmascarar el olor de los muertos, velados entonces durante días.



“Yo no sé qué tienen, madre,

Las flores del campo santo,
Que cuando las mueve el viento
Parece que están llorando.”


             Las castañas asadas.

“Las lucecitas, que brillan
De noche en el cementerio,
Están diciendo á los vivos
Que se acuerden de los muertos.”



LAS CASTAÑAS Y SU SÍMBOLO.

 El portugués Leite de Vasconcelos consideraba el magosto como un vestigio de un antiguo sacrificio en honor de los muertos y refiere que en Barqueiros era tradición preparar, a media noche, una mesa con castañas para que los difuntos de la familia fuesen a comer; al día siguiente nadie tocaba esas castañas pues se creía que estaban “babadas dos defuntos”.
En Jimena la castaña bien cruda o asada era costumbre 
consumirla cuando se bajaba al cementerio a visitar los difuntos.

Con cariño a los que están enterrados en este cementerio de Jimena Jaén.

MUERTE

-Tierra le dieron una tarde horrible 
del mes de julio, bajo el sol de fuego. 
De los gruesos cordeles suspendido, 
pesadamente, descender hicieron 
el ataúd al fondo de la fosa 
los dos sepultureros... 
Un golpe de ataúd en tierra es algo 
perfectamente serio. 
Sobre la negra caja se rompían 
los pesados terrones polvorientos... 

Poemas de Antonio Machado,  Lee todo en: En el entierro de un amigo - 

 Día de los difuntos bajada al cementerio.

Las jóvenes en el cementerio .

La Cruz de la Atalaya y el Cerro Aznaitin.
Desde las alturas que nos brinda La Cruz de la Atalaya y con la vista fija en el Campo Santo, recordamos a esos jimenatos que nos ofrecieron en vida su amor y su amistad, siempre estaréis en mi recuerdo.


EL Pilón,
El pilón de las Cuatro Esquinas, que bien cumples tu misión nos das el agua en vida y después nos das el ultimo a dios.